La recarga inductiva es una tecnología cada vez más integrada en el ecosistema de las baterías de litio. El auge de la inteligencia artificial está allanando el camino a los sistemas autónomos, en los que los drones pueden recargarse a sí mismos sin intervención humana. Estamos entrando en una nueva era de autonomía, y la recarga inductiva es un pilar esencial para ello.
Para los profesionales, calcular la potencia está en el centro de cada proyecto. ¿Cómo elegir el modelo de carga por inducción adecuado para tus drones? Todo depende del escenario de uso.

Escenario 1: Recarga en parada
En este caso, el dron se pone en reposo para ser recargado. El objetivo es averiguar la capacidad de la batería para determinar la potencia de carga necesaria.
- Regla general: una carga completa debería durar 4 horas.
- Ejemplo: Para una batería de 2000 Wh, necesitarás un cargador de inducción de 500 W.
Esta solución es ideal para drones que aterrizan en una estación de carga en tierra después de su misión.

Escenario 2: Recarga en vuelo o en funcionamiento
El dron puede necesitar recargarse mientras permanece activo. Por ejemplo, el dron puede permanecer a 10 cm por encima de la placa de carga y seguir funcionando.
- Regla básica: La potencia del cargador debe compensar el consumo de energía del dron y recargar la batería.
- Ejemplo: Si el dron consume 200 W durante una carga de 4 horas, habrá consumido 800 Wh. Por tanto, el cargador de inducción deberá suministrar los 500 W del ejemplo anterior, más los 200 W consumidos, lo que da una capacidad de al menos 700 W.
Esta solución es ideal para misiones en las que el dron necesita mantener un suministro de energía constante, incluso cuando se recarga.
La carga por inducción es compatible con fuentes de alimentación de 110 V/220 V CA o de 12 V a 48 V CC. ¿Te interesa esta solución para las baterías de tu dron? Ponte en contacto con nosotros para obtener más información.