La batería de un vehículo eléctrico se considera “fuera de servicio” cuando su capacidad de carga, medida por el SOH (Estado de Salud), cae por debajo del 70%. En ese momento, el vehículo activa una alerta porque la batería ya no puede ofrecer el rendimiento requerido.
Sin embargo, esto no significa que la pila sea inutilizable. Simplemente significa que su tensión nominal es inferior. Por ejemplo, una pila nueva (100% de SOH) puede tener un voltaje de 10V. Cuando su SOH alcance el 70%, el voltaje será de 7V.
La buena noticia es que este voltaje inferior puede compensarse. Ensamblando más celdas o módulos, es posible conseguir la misma capacidad que con una batería nueva. El resultado es una batería reacondicionada cuya vida útil no se ve afectada y que puede utilizarse para nuevas aplicaciones.