Reciclaje de pilas de litio: un enfoque en dos fases

Cuando pensamos en el reciclaje, a menudo pensamos en la simple separación de residuos para recuperar la materia prima. Sin embargo, existe otra forma de reciclaje igualmente importante, que consiste en reutilizar los productos para darles una segunda vida. Este es el enfoque que adoptamos en Pro Lithium respecto al tratamiento de las pilas.
Nuestro proceso comienza en cuanto recibimos las pilas, con un diagnóstico completo. Este diagnóstico es esencial porque nos permite determinar el tipo de reciclaje más adecuado: reutilización o reciclaje de metales.

Recuperación y reutilización: la segunda vida de las pilas
Una batería se compone de varios módulos, a su vez formados por celdas (las “células” de una batería). Los diagnósticos permiten evaluar el estado de estos componentes.
Si el diagnóstico es positivo, recuperamos los módulos o células y los reutilizamos en nuevas aplicaciones. Por ejemplo, los módulos de baterías de vehículos pueden reutilizarse en sistemas de almacenamiento para paneles solares, luces de jardín o incluso alumbrado público.
Contrariamente a la creencia popular, una batería reacondicionada no tiene una vida útil limitada. Cada célula se reequilibra cuidadosamente con las demás mediante un proceso técnico, lo que les permite ser plenamente funcionales durante muchos años de servicio.

Reciclaje de metales: recuperar la materia prima
Si el diagnóstico revela que la pila no puede reutilizarse, se envía a reciclar metales. Para ello, recuperamos los distintos materiales preciosos que contiene, como plástico, cobre,aluminio y cobalto.
Estos materiales se venden después para su reutilización en la fabricación de nuevos productos, contribuyendo así a la economía circular y a la conservación de los recursos naturales.